Este sábado 17, la Plaza de la Cultura de Morón se llenó de niños y niñas en el marco de la feria de manteros que se desarrolla a diario en dicho lugar. En esta ocasión, la propuesta fue obsequiarles un ámbito para celebrar el Día del Niño, o de la Niñez como se suele dar en llamar.

La cooperativa de manteros «Manos Unidas» que coordinan la feria e integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), también realiza una función social netamente solidaria con el desarrollo y mantenimiento del merendero, que este año articulan con la Escuela primaria Nº3, ubicada frente a la plaza, sobre calle Maestra Cueto.

Nos acercamos tanto para acompañar la actividad como para conversar con sus principales coordinadores, tal el caso de Lorena y Leonardo, que nos comentaron que el merendero funciona todos los miércoles y garantizan la merienda para unos 200 niños y niñas, fruto de la colaboración solidaria de los manteros. «Cada uno aporta su granito de arena, lo que cada uno puede», señala Lorena, amen de contar con el apoyo de pequeños comerciantes del barrio, que ayudan también al mantenimiento de esta acción tan solidaria como imprescindible, máxime para la realidad económica que rige a escala nacional.

«No recibimos nada de nadie, lo sostenemos a pulmón» enfatiza Lorena. También remarca que en la escuela no están sirviendo la leche a sus alumnos «porque no les anda la cocina, ni tampoco el baño desde inicios de este año», y aclara para despejar cualquier polémica, que dicho establecimiento educativo depende del ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires.

«No les funcionan las instalaciones, no están viniendo a arreglárselas, entonces para la escuela es muy importante contar con nuestra colaboración» añade que donan alimentos también para mejorar las meriendas del alumnado que asiste a dicho colegio.

«Tratamos de dar una mano con lo poco que tenemos, para que la crisis no afecte tanto a estos chicos», sintetizan.

Es una instantánea que nunca prescribe a través del tiempo: Los trabajadores más postergados por el sistema, accionando con lo mejor que tienen, que es su propia humanidad, a favor de instituciones también desfavorecidas y que como es éste el caso, albergan infancias que son las principales víctimas cuando arrecia el avance de la pobreza estructural en nuestro país.

Ratifican que cada vez se percibe mayor necesidad alimentaria tanto en vecinos adultos como infanto-juveniles. «También nos vienen muchas personas de la tercera edad a comer al merendero… ahora estamos llenos de abuelos» que literalmente ya no llegan a cubrir ninguno de sus gastos básicos… ni siquiera lo inherente a su alimentación diaria.

También advierten que desde sus labores en la calle, experimentan que todo este cuadro de empobrecimiento está trayendo un notorio incremento de situaciones de violencia y, por ende, de inseguridad general, palpable y concisa. «Lo notamos y también lo padecemos», reconocen, mientras el semblante de ambos revela desazón, angustia e incertidumbre.

Por el contrario, Lorena reclama que, en estos tiempos donde recrudece la crisis social con mucha mayor crueldad entre la población más desamparada en términos socioeconómicos, es cuando el Estado en todas sus variables (nacional, provincial y municipal) mayor acompañamiento deben prestarle a esos compatriotas.

En este aspecto, señalan que los esfuerzos que afronta el estado municipal de Morón son significativos, al punto de haber duplicado la cantidad de cajas con alimentos que reparte (de 4000 a 8000), pero que es imposible dar respuesta a tanta demanda desde cualquier municipio, mientras el área de desarrollo social nacional se mantiene deliberadamente ausente.

«Cada vez más gente, incluso trabajadores en blanco, van a pedir ayuda alimentaria al municipio, que está tratando de hacer todo lo posible… Y es cierto, no alcanza con esos esfuerzos, ni con los esfuerzos de Cáritas, ni de los colegios profesionales que también colaboran… entre todos tratamos de hacer fuerza conjunta para dar respuestas al hambre», describen Leonardo y Lorena.

Y aún así, todavía la esperanza

La solidaridad mueve y fortalece lazos sociales. Desde la solidaridad y con lo que se tiene a mano, la cooperativa de manteros lograron desarrollar esta celebración por el Día de la Niñez, y regalarles ante todo, sonrisas, afecto y un ámbito para la recreación y disfrutar un desayuno a una gran cantidad de niños y niñas de la zona.

«Todos buscamos laburar, tener una alimentación digna, y brindar una niñez lo más sana posible, y con el esfuerzo de todos los sectores, podés lograr mucho, más allá del panorama político adverso» reflexiona Lorena, que es una de las integrantes de la Mesa por el Derecho a la Alimentación Digna en Morón, una construcción que nuclea a numerosas entidades civiles de la zona, trabajando conjuntamente para dar respuestas concretas a los más necesitados.

«Esto es el esfuerzo de la unión de la economía popular, del laburante de la calle… entre todos podemos colaborar para que las cosas estén un poco mejor», define.

Uno transita el mediodía grisáceo y ventoso frente al emblemático edificio central de la Universidad, contempla a los transeúntes que se acercan a consultar y en algunos casos, realizar compras en la feria… luego direcciona la mirada hacia ese castillo inflable, esos juguetes, esas tazas y toda variedad de cositas ricas preparadas por los propios manteros, y ves las sencillas sonrisas, escuchás las voces de todos esos niños y niñas que transparentan estar disfrutando de un pequeño tesoro que será combustible para el alma… un mediodía feliz, ni más ni menos. Y concluyo en ratificar, por enésima vez, que la mayor fortaleza popular, el mayor dique de contención contra el avance de los villanos que lo quieren todo para ellos y nada para las grandes mayorías… es y seguirá siendo la calidez y la unión solidaria de nuestro propio pueblo.

Compartimos a continuación los testimonios de Lorena y Leonardo, en conversación con nuestro medio (edición a cargo de Giuliana Canosa)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *