La marcha fue todo un éxito porque nuestra sociedad en general respondió a un gobierno discriminador y antipopular, claro está que la convocatoria hizo mucho ruido en los sectores populares.
Era la primera vez que una acción propuesta por los sectores LGTBQ+ tuvo tanta adhesión popular, en momentos que las dirigencias del movimiento obrero y otros sectores parecen llamarse a la calma.
Al final aunque más no sea en forma testimonial, todo el arco popular apoyó la marcha aunque no signifique que haya habido unanimidad en los distintos destacamentos que integran dichas huestes.
Discusiones
Una de las principales contradicciones o planteos es contraponer la lucha “económica” con las reivindicaciones LGTBQ+ y feminista, marcando muchas veces lo ajeno que resultan las luchas de género para los trabajadores en general.
Querer subsumir las exigencias de la clase obrera a la economía es rebajar su rol histórico, Federico Engels compañero de Marx le escribiría a JOSE BLOCH
“Londres, 21- [22] de setiembre de 1890.
….Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda.[1]”
Así respondía el oportuno Federico a los cultores del economicismo que reducían la lucha de clase a la pelea por el salario.
El otro tema que convendría recordarle a los reduccionistas es que la discriminación de un grupo social determinado es la puerta de entrada para discriminar a otros, o sea primero vienen por “ellos” luego vienen otros y al final vienen por “todos”.
Otro debate que cruza al movimiento popular es el del terreno del sexo en cuanto“a lo privado” del mismo, y desde una ortodoxia hermética e inapelable acusan al feminismo y a las disidencias de desviar los debates de lo importante o necesario. En esto se parecen mucho o le hacen el juego a la derecha cuando hablan de la “supuesta ideología de género” como si la izquierda fuera el motor de las luchas del feminismo y las diversidades. Siempre lo sostengo y es evidente: los partidos populares pueden y en muchos casos lo hacen,“apoyar” esas reivindicaciones pero no “son” parte de las mismas.
Que dice la historia
Vamos ahora a un ejemplo histórico. La Dra. Shere Hite sexóloga y feminista, en 1970 cuestionaba en EEUU los estudios de sexología más importantes de su tiempo, hay que decir que esos cuestionamientos le traerían aparejadas una serie de amenazas que determinarían su auto exilio.
Entre las situaciones de los pacientes que atendió Shere estaba la dificultad que tenían muchas mujeres en tener orgasmos durante el sexo tradicional. Ante esto la sexóloga recomendaba la estimulación oral mutua en la pareja.
Shere Hite en un principio no entendió por qué tales prácticas eran más resistidas entre las mujeres negras que en las blancas. La respuesta no fue biológica sino cultural: las mujeres negras norteamericanas arrastraban el trauma de otras generaciones donde el esclavista obligaba a sus sometidas a practicarle sexo oral.
La práctica sexual fue usada a lo largo de los tiempos como elemento de dominación. De otro modo sería imposible explicar la imposición a sangre y fuego de la homofobia a los pueblos precolombinos.
Siempre es bueno recordar que entre la multitud de pueblos que habitaban el hoy continente americano, la homosexualidad no estaba ni prohibida ni su práctica sancionada de alguna manera.
[1]https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/e21-9-90.htm
