El 5 de febrero se cumplieron 9 años del fallecimiento de Lohana Berkins, la «comandanta de las mariposas».

Lohana no se identificaba ni como mujer ni como hombre ni como trans, ella era una travesti orgullosa.

Reivindicarla en tiempos de ultraderecha y discursos de odio es urgente.

Un poco sobre su historia

Nació el 15 de junio de 1965 en Pocitos, Salta. A los 13 años fue echada de su casa porque su padre no aceptaba su identidad. La alojó física y emocionalmente una mamá travesti de aquellos pagos, la Pocha Escobar.

La prostitución en aquellos tiempos como ahora, sigue siendo el destino para miles de travestis y trans y para Lohana no hubo excepción. Sin embargo, la Pocha le enseñó a ella y a tantas otras travitas a cuidarse de la policía.

Llegó a Buenos Aires en pleno período de dictadura militar. Con su mirada aguda y sensible supo que lo que a ella le estaba sucediendo también le pasaban a otras, otros y otres que fueron arrojados a temprana edad de sus casas por no cumplir con las normas heterosexuales y heteronormativas.

Por eso en 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), desde donde impulsó la visibilización del derecho a la identidad de género. Fue una de las principales impulsoras de la Ley de Identidad, aprobada por el Congreso Nacional el 9 de mayo de 2012.

Trabajó como asesora de quien fuera legislador porteño por el Partido Comunista, Patricio Echegaray y se convirtió así en la primera travesti que logró acceder a un empleo en el Estado.

Los discursos de Milei en Davos y la respuesta del colectivo LGBTTIQ+

A fines de enero Javier Milei hizo su debut en el Foro Económico Mundial, una cumbre que reúne a banqueros, dueños de los grupos económicos más poderosos del planeta y sus representantes en el poder político para hablar de los principales desafíos globales. 

Desde celulares, computadoras, televisiones, radios, páginas web y revistas asistimos a discursos por parte de Javier Milei que pensábamos que no volveríamos a escuchar (es que la derecha también se estaba guardando en el closet).

El discurso estuvo marcado por un claro componente antiderechos contra la población más vulnerada por décadas. Desde referirse al aborto como una “agenda sangrienta de los feminismos” y comparar a los matrimonios de parejas LGBTTIQ+ con la pedofilia a asegurar que sólo hay dos géneros “hombre y mujer”.

Como respuesta a estos discursos, el 1º de febrero hubo una gran movilización federal LGBTTIQ+ antifascista y antirracista desde Plaza Congreso a Plaza de Mayo. Si pudimos salir a las calles aquel sábado fue porque hubo muchas como Lohana que nos abrieron ese camino para visibilizarnos con orgullo. Volvemos a ella para desarmar el odio.

Travesti, una teoría lo suficientemente buena

Hablar de Lohana es hablar de la lucha de las travestis que insistieron en no encajar en ningún binomio varón/mujer. En Argentina batallaron contra los edictos policiales que condenaba principalmente a la prostitución, se aliaron rápidamente con el movimiento feminista en la lucha por el aborto y cuestionaron fuertemente el sistema prostituyente. En fin, hablar de Lohana es hablar de la lucha de clases travesti.

 En una entrevista con Ana Cacopardo Lohana decía:

 “Yo soy Lohana Berkins: travesti. Sino seguimos aceptando que los genitales nos dan la identidad. El travestismo rompe con eso. Nos construimos.”

Al respecto de la lucha por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, en una entrevista con el Centro Latinoamericano en Sexualidad y Derechos Humanos decía:

“El reclamo de la propiedad del cuerpo (en este caso, las mujeres para decidir su procreación, cuándo tener hijos, por qué tenerlos y con quién tenerlos), hacía un cruce nodal con el derecho a decidir de nosotras: Nosotras queremos el cuerpo para transformarlo, para vivirlo, para mostrarlo o para lo que fuera.”

Nos incomodó con preguntas necesarias:

“¿Cómo es la sexualidad de una travesti?¿Cómo es el cuerpo? ¿Cuál es la relación que tenemos con nuestro cuerpo? ¿por donde pasa el placer? ¿Cómo la sociedad va a desearnos si ni siquiera se atreve a imaginar un cuerpo travesti?

………….

A 9 años del fallecimiento de la comandanta mariposa, levantamos sus banderas.

¡Hasta siempre, Lohana!

2 comentarios en «¿Hay solo dos géneros?»
  1. Excelente la nota sobra Loana Berkins. Es una invitación a reflexionar sobre los valores sociales y humanos puntializando que sin un otro no hay forma de vida cominitaria posible.
    Saludos. GABI.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *