A continuación, un resumen de tres partidos que movieron el amperímetro esta última semana
Boca Juniors arrasó en La Bombonera con una goleada por 5 a 0 ante un Newell’s sin reacción. El equipo local fue dirigido por Claudio Úbeda, reemplazando a Miguel Ángel Russo, quien no pudo estar presente por motivos de salud. Aun así, el veterano entrenador siguió el partido de cerca.
Desde el primer minuto, el Xeneize mostró actitud, juego y una idea clara. Giménez, figura y autor de dos goles, fue el gran protagonista junto a Barinaga, quien asistió en el primero y fue imparable por la banda. Los otros tantos fueron obra de Ayrton Costa, Lautaro Blanco y Aguirre, completando una actuación increíble y disfrutando de la conquista de cinco tantos.
En cambio, el conjunto rosarino tuvo una noche para el olvido. Sin ideas ni respuestas, Newell’s fue superado en todas las líneas. Sólo Ever Banega intentó generar algo distinto, pero poco pudo hacer ante un rival encendido.
El clima en el Parque Independencia es cada vez más tenso. El técnico Cristian “Ogro” Fabbiani no logra encontrar el equipo, y en las últimas horas surgieron rumores de que el plantel no lo estaría respaldando. Incluso, su pareja publicó en redes sociales hace meses, acusando que “desde el club le están haciendo la cama”, lo que encendió aún más las sospechas de conflicto interno.
Con esta victoria, Boca cortó una racha de tres partidos sin ganar, y recupera la confianza justo antes del Superclásico ante River. Para Newell’s, la goleada agrava una crisis que parece recién empezar.
Ley del ex y Costas no pudo hacer milagros con este plantel
River venció 1-0 a Racing por la Copa Argentina en un partido chato, sin emociones y con el único gol marcado por Maxi Salas, cumpliendo la ley del ex. Sí, el delantero que alguna vez vistió la camiseta de la Academia terminó dándole la victoria al Millonario en los 90 minutos.
Más allá del resultado, el encuentro dejó una sensación clara: el fútbol argentino está en su peor momento. Con una liga de 30 equipos, formatos confusos y arbitrajes cuestionables, cada vez se hace más difícil disfrutar un partido con nivel real de competencia. Gran parte de la responsabilidad recae en Chiqui Tapia, presidente de la AFA, quien sigue siendo la cabeza conductora del desorden estructural que atraviesa el fútbol nacional.
En cuanto al juego del partido en cuestión, resultó un trámite parejo, con pocas llegadas. Racing tuvo sus chances, pero no las aprovechó. Maravilla Martínez fue, como casi siempre, el único que intentó algo distinto. Zuculini mostró ganas, pero sin peso en el partido, mientras que Almendra estuvo lejos de su nivel habitual.
El gran problema de la Academia pasa por su plantel limitado. Gustavo Costas ya no tiene posibilidad para reforzar el equipo, la academia no aprovechó oportunidades anteriores y ahora el plantel lo está pagando caro. Hace milagros con lo que tiene, pero no alcanza para competir contra los grandes. Asoma ya un principal responsable que es la nueva conducción institucional, liderada por Diego Milito, que no trajo los jugadores que había que traer y ahora se aprecian las consecuencias.
Aun así, Racing puede dar batalla en la Libertadores ya que el plantel es otro equipo cuando juega internacionalmente… pero con un grupo corto, no siempre te pueden salir las cosas bien .
Por su parte, River ganó sin sobrarle nada. Aprovechó su momento con un buen rendimiento de Juanfer Quintero y Maxi Salas, y se llevó el pase a la siguiente ronda. El Millonario no brilla, pero gana, y eso hoy en día alcanza.
Y un par de días después… River sigue decepcionando: Di María, imparable
Rosario Central sorprendió y venció 2-1 a River. La figura indiscutida fue Ángel Di María, que mostró un nivel impresionante y podría jugar en la selección si así lo quisiera. Los goles de Rosario fueron merecidos, concretados por Franco Ibarra y Malcorra tras un error de Montiel en la defensa millonaria.
El árbitro inclinó la cancha: ocho amonestados de River y la expulsión de Portillo, que fue correcta, pero hubo polémicas que beneficiaron a Rosario, incluyendo un gol anulado a River por el VAR.
Los dirigidos por el muñeco Gallardo siguen dependiendo demasiado de jugadores específicos, y ya no puede contar con la frescura de los héroes del pasado, por caso Enzo Pérez y Nacho Fernández. La responsabilidad de esta etapa irregular recae en Marcelo Gallardo, quien tuvo todo el poder para armar el equipo y hoy no logra mantenerlo competitivo, ya que Brito le dio la llave del club y a la vista está, que se incorporó mal. Con el clásico contra Boca acercándose y si llegara a perder, la mirada de la hinchada e incluso dirigencia se posaría sobre este equipo, que de acá a fin de año enfrenta desafíos importantes. Por su parte, Rosario festejó un triunfo justo que ratificó su crecimiento y pudo quedarse con la victoria gracias al tremendo bombazo de Malcorra.