Enseguida supe que era un sueño

porque estaba con mi amigo

muerto 10 años

atrás.

Y porque andábamos en kayak

cosa que jamás

hice.

Parecía ser una competencia

-con mi amigo remábamos y nos dábamos aliento –

mientras otros participantes nos adelantaban.

El agua del río de tan real

mojaba.

En la orilla había público

que visto al

pasar

eran personas que uno conoce

-exclusivamente –

de los sueños.

Era una linda tarde

y supe que no nos interesaba ganar

así y todo le poníamos

empeño.

Mi amigo sonreía.

Pobre, pensé, no sabe que ni bien me despierte seguirá muerto.

Y entonces lo escuché pensar a él:

Pobre, no sabe que ni bien se despierte seguirá con vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *