Las tareas se iniciaron compartiendo miradas sobre la producción de desperdicios en los domicilios y el destino que se le dan. Las ideas fuerza que emergieron del intercambio fueron; a-Comparando con años atrás cada vez producimos más  desperdicios. B-el plástico que tiramos “aparece”  en todos lados; calles, plazas, baldíos. C-el municipio debería hacer una recolección diferenciada. D-La acumulación y quema de desperdicios puede generar enfermedades.  e-Nos falta información sobre el destino que podemos darle a los residuos.

A continuación se inició un intercambio sobre los conocimientos que poseemos sobre residuos biodegradables y su posibilidad de compostaje, de allí también emergieron preguntas, ideas y prácticas:

1-En general se composta muy poco, las más de las veces por falta de conocimientos, espacios y tiempo

2- Aquellos que producen su propio abono lo hacen en muchos casos poniendo directamente los desperdicios en el suelo y los entierran.

3- Existen dudas sobre los materiales  que pueden compostarse  y aquellos que no, en espacial papel, cartón y residuos de perros  y gatos.

4- Existen dudas sobre el lugar  y los pasos implícitos en el proceso de realización del compost.

Avanzando desde las ideas, realizamos una abonera; En primer lugar buscamos un lugar alto, que no se inunde, lo marcamos con maderas. A continuación fuimos agregando materiales biodegradables; pastos verdes  y secos, yerba, residuos de hortalizas, cáscaras. En principio “Todo aquello que vivió puede ingresar a la abonera”. Para “acelerar” el proceso colocamos tierra abonada con la idea de introducir bacterias y hongos, quienes son los que “descompondrán” los desperdicios. Colocamos pasto seco y regamos. Continuaremos colocando materiales biodegradables que aporten los vecinos, hasta que la pila llegue a una altura de un metro, allí dejaremos que el proceso siga, hasta que los residuos se transformen en humus, el cual será utilizado en la huerta.

Acordamos continuar agregando material, regar si es necesario, dar vuelta la pila cada semana y cuidar que no haya exceso de agua si llueve mucho.

Como parte de las actividades del día, compartimos saberes y dudas sobre la confección de almácigos de plantas hortícolas, florales y medicinales. Conversamos sobre los objetivos de hacer almácigos, las especias vegetales con las cuales hacemos plantines, y los cuidados. Luego charlamos sobre las semillas que podemos usar, su procedencia, características, su sanidad. También charlamos sobre las características de la tierra que podemos utilizar en los almácigos, en especial sobre  su porosidad y contenido de nutrientes tal que faciliten  la germinación de las semillas y el crecimiento de las plántulas, hasta su posterior trasplante.

Realizamos de manera práctica un almacigo de tomate redondo, para lo cual utilizamos como recipiente de madera reciclado, tierra abonada y semillas de tomate obtenidas por autoproducción. Discutimos ideas de cómo sembrar, la profundidad y distancias de siembra de las semillas y de cómo cuidar las plantas del frío, de las hormigas y de los hongos.

A la tarde comenzamos la huerta comunitaria haciendo un tablón o bancal donde sembramos lechuga, rúcula, acelga y perejil, y trasplantamos platines de caléndulas, oréganos y romero… pero esto será tema de una próxima nota.

Antes de irnos, planificamos las próximas actividades y el cuidado de la abonera y de la huerta.

Pensando desde la realidad hacia el futuro quedaron resonando frases, palabras, ideas que nos invitan a reflexionar y actuar juntos:

-Cada día producimos más desperdicios.

-“La basura” nos acorrala y genera enfermedades.

-Es necesario consumir menos y producir menos desperdicios.

– Podemos trasformar un problema, la acumulación de desperdicios, en una solución, la producción de alimentos,  a partir del proceso de compostaje

– Es posible realizar emprendimientos productivos y generar ingresos, a partir de la realización de abonos y también desde la producción de hortalizas de manera agroecológica

Compartimos el mate, las ideas, las preocupaciones, y sobremanera la esperanza activa de que podemos cambiar nuestra relación con la naturaleza desde el manejo de los residuos. 

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