Palestina resiste y los pueblos del mundo claman por su libertad y derecho a vivir en paz, sin ninguna clase de acoso de parte del estado invasor que viene reduciendo a Gaza a una especie de ghetto a cielo abierto
Buenos Aires no es la excepción. Este lunes 6 participamos de la rueda de prensa organizada por familiares de los patriotas secuestrados por las fuerzas de ocupación israelíes, en su intento de llegar por mar a brindar ayuda humanitaria a la población de Gaza.
Desbordó de concurrencia la sede de Ate Capital ubicada sobre calle Carlos Calvo, donde una riquísima diversidad de fuerzas populares y democráticas de nuestra patria, se dieron cita junto a organismos de derechos humanos, y militantes por la causa de #palestinalibre desde el río hasta el mar.
Una interminable lista de adherentes y dirigentes de toda procedencia popular se hicieron presentes para apoyar este reclamo que tiene tanto de legítimo como de orgullo ante la arrojada y humanitariamente grandioso accionar de los compatriotas que fueron secuestrados por las fuerzas invasoras de ocupación israelí, mientras procuraban llevar ayuda humanitaria y una voz de esperanza -ni más ni menos, a la vapuleada población de Gaza.
Desde Myriam Bregman y Vanina Biasi hasta Juan Grabois; desde Madres de Plaza de Mayo y Horacio Pietragalla, hasta numerosas agrupaciones políticas, sociales, sindicales, la presencia de la infatigable luchadora por Palestina, nuestra entrañable Tilda Rabi… nadie faltó a la cita. Un inmenso abanico de pluralismo de neto corte popular, solidario y de sentir humanista a escala internacional, acompañó activamente este grito que ya recorre todo el mundo, y que sólo encontrará el remanso de la justicia cuando Palestina sea reconocida como un estado libre y soberano, se expulse de sus tierras a los denominados «colonos», usurpadores de tierras ajenas, y de una buena vez los pueblos unidos de la tierra empujen a sus claudicantes y timoratas dirigencias a imponer las condiciones para la coexistencia garantizada y en paz, de dos estados soberanos en dicha región del cercano Oriente.
Familiares de los argentinos secuestrados por las virulentas fuerzas militares de ocupación israelí dieron su testimonio y enfatizaron su admiración por la gesta librada por centenares de ciudadanos del mundo, arriba de pequeñas embarcaciones, yates, veleros y barcos de reducido tamaño, en la búsqueda de llevar esperanzas y ayuda concreta al pueblo de Gaza.
Al momento del cierre de esta redacción, se nos confirmó que Celeste Fierro, Ezequiel Peressini y Carlos Bértola recuperaron la libertad tras ser apresados por la armada israelí durante la misión Global Sumud, que lleva tal como enunciáramos arriba, ayuda humanitaria a Gaza.
Los tres argentinos que habían sido detenidos en cárceles de Israel luego de la intercepción de la flotilla humanitaria Global Sumud fueron finalmente liberados y ya se encuentran en Jordania, desde donde regresarán al país en las próximas horas. Se trata de Celeste Fierro, diputada de la Ciudad de Buenos Aires por el FIT-MST; Ezequiel Peressini, dirigente de Izquierda Socialista en el FIT Unidad y de la UIT-CI; y Carlos Bertola, militante de la Corriente Nuestra Patria y capitán del barco Estrella.
Desde el 1 de octubre, casi 500 activistas de más de 44 países fueron detenidos bajo la figura de “terroristas” y trasladados a cárceles israelíes, donde, según distintas denuncias, fueron sometidos a malos tratos y violencia física y psicológica. La diputada Fierro, Peressini y Bertola integraban el contingente argentino de la flotilla, que fue interceptada por fuerzas israelíes cuando se aproximaba a las costas de Gaza.
Recordemos que el repudio internacional a las detenciones creció rápidamente en las redes sociales, donde miles de usuarios, organizaciones de derechos humanos y personalidades públicas exigieron la liberación de los activistas. Entre las personas que también habían sido privadas de su libertad se encontraba la activista ambiental Greta Thunberg, quien fue liberada este lunes.
La lucha continúa. Los pueblos del mundo y ya una considerable cantidad de gobiernos le han dicho BASTA al Estado de Israel, presidido a mano de hierro por Benjamín Netanyahu. La constancia en el reclamo, cada vez más imparable desde los cuatro puntos cardinales de la Tierra, tarde o temprano harán que esta gesta auténticamente global, llegue a una victoria redentora para un pueblo sufriente, y ésta sea la piedra refundacional de una reestructuración del tablero político a escala mundial.
