Como señaláramos, Perú tiene una distribución de la riqueza francamente regresiva[1]lo cual lejos de ser criticado, es admirado por nuestras clases dominantes. El presidente Milei, hablando en una conferencia virtual, elogió a la economía del Paraguay, un país que por medio de la Guerra de la Triple Alianza primero, y la extensa dictadura de Stroessner después (15 de agosto de 1954 – 3 de febrero de 1989) han convertido en un productor agrario con cero proyectos de desarrollo industrial y una plaza libre para el contrabando.

Bueno, estamos ante una Gran Burguesía con estos modelos de país, proveedores de materias primas y servicios. Claro que para lograr esto, en un país con la experiencia popular de Argentina, hace falta derrotar al movimiento popular, lo cual no es posible hacer sin dividirlo y fragmentarlo… entonces hay que pasar por “Bolivia”.

¿Qué pasó en Bolivia?

El MAS (Movimiento al Socialismo) es un movimiento muy joven, que prácticamente nació con el siglo 21 y se estructuró a partir de unir las luchas de la izquierda con el nacionalismo popular y el milenarismo originario.

La propuesta que representaron Evo Morales y García Linera caló hondo en un país gobernado por una burguesía blanca y dependiente del imperialismo, que convirtió el país en el más pobre de Sudamérica.

El éxito del gobierno de Evo tuvo un motor ideológico político (El estado plurinacional) y otro económico (La distribución de la riqueza que generaban los recursos naturales).

Aparentemente, el liderazgo político de Evo se fue desgastando producto en muchos casos, de que los líderes intermedios tenían sus propias historias (Evo viene de un grupo originario pero no representa a “todos” los originarios, como tampoco tiene ascendencia sobre todas las capas populares de las ciudades).

El golpe de Estado y la entrada de Arce al gobierno, no hicieron más que agudizar estos problemas. Más aún cuando Evo planteó desde el vamos que el único jefe del movimiento era él, lo cual no fue aceptado por Arce y otros.

Además, hay que agregar la mala gestión de Arce de un modelo “extractivista” que ya no producía los recursos necesarios para satisfacer las demandas populares.

Realmente no estoy en condiciones de evaluar a un dirigente de la talla de Evo Morales, pero verlo declararse vencedor porque el 20% votó nulo, mientras la derecha festeja que tiene una segunda vuelta entre amigos… me pareció una actitud patética.

Y en casa

Creo que el “muerta o presa” para Cristina era la receta para producir el efecto Bolivia, pensar que “Alguien” se podía proclamar el dueño del movimiento y a partir de allí un efecto centrífugo que dejara el campo orégano para la derecha.

Claro está que les fallaron varias cosas, en particular que el representante de la oposición con mayor relevancia en su cargo (Axel Kicillof) fuera un opositor político e ideológico intransigente desde el primer día y enfrentara a la ultraderecha no sólo con discursos sino con construcción política y por supuesto, el clamor popular por la unidad.

Axel K en su construcción enfrentó toda la artillería presidencial de un “mileismo” desbocado, pero no fue poco el fuego amigo; desde decirle que no hacía peronismo hasta que era un «desagradecido».

Sus tácticas merecieron la oposición más rabiosa dentro del propio movimiento: me imagino a esa gente diciéndole a San Martín por dónde debía cruzar Los Andes y oponiéndose a cualquier uso del paso de Uspallata. El tema es no dejarte dirigir por más que estés al frente y obvio manejar la “lapicera”.

Lo cierto es que la táctica funcionó muy bien: Unión por la Patria desdobló las elecciones y ganó en 100 municipios, cuando gobierna 84, o sea sumó otros 16 más en esta performance, además dejó expresado que si, quien dirige un territorio, se pone al frente de las justas reivindicaciones populares, no hay trol que valga.

En la nota anterior había esbozado la peregrina idea que la ruptura entre Axel y Máximo había empezado por Martin Insaurralde. Algunos dirigentes me dijeron que la cuestión era anecdótica, porque en realidad la corrupción era muy extendida. A lo cual, sinceramente les digo que si naturalizamos la corrupción, es imposible pensar un proyecto popular.

Así las cosas, ahora se trata de lograr una buena elección el 26 lo cual parece factible más con los recientes escándalos del “Narco” diputado.

Claro que eso no significa que el partido esté ganado, y menos que lo que venga no repita las experiencias “albertinas”; el tema es si realmente se quiere construir un movimiento genuinamente antiimperialista, democrático, participativo y popular.

Morón fue un mini ensayo de todo esto, pero excede esta nota, así que va en la próxima.


[1] Existen grandes brechas de desigualdad entre las áreas rural y urbana. Muchos poblados se encuentran pocos desarrollados y predomina el analfabetismo; la falta de solvencia y vías que les permitan a las familias alcanzar un sustento digno es escaza, caos social que se manifiesta en el aumento del porcentaje de robos, asaltos, violencia, delincuencia, corrupción y vicios como el alcoholismo o la drogadicción en la cual se encuentran sumergidos muchos peruanos. El nivel de percepción de pobreza que tienen los pobladores se encuentra entre los rangos 41 – 60% dado por la falta de cultura además que existe relación indirecta entre pobreza y educación ya que esta última permite al ser social tener una mejor visión de la vida y esforzarse por mejora su presente.

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_serial&pid=2218-3620&lng=es&nrm=iso

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