Conversé telefónicamente con el ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes, el Dr. en Ciencias Bioquímicas Mario Lozano, investigador del Conicet, quien analizó la situación actual de la lucha en defensa de la universidad pública gratuita y autónoma, a la cual el gobierno nacional y todos sus asociados de circunstancia avanzan en pos de desfinanciarla lo máximo posible.

También analizó y diagnosticó el actual desarrollo y perspectivas a corto plazo de las ciencias en nuestro país, sus amplias capacidades, con el ya notorio retroceso en marcha, una vez más, de científicos que comienzan a emigrar hacia otras latitudes, frente al corrimiento total del estado nacional en el financiamiento para la labor científica nacional, y expuso con absoluta claridad la necesidad de que estas banderas con tan elevada opinión pública positiva, sirvan para movilizar cada vez más a la participación ciudadana en democracia, y transversalice todo lo posible la lucha, totalmente por encima de «grietas» de índole político partidarias.

A continuación, el reportaje completo desde nuestro canal de youtube:

Algunas definiciones a modo de síntesis

La ofensiva del gobierno nacional contra la universidad pública y gratuita

Describe Lozano: «Por más que en algunas declaraciones diga lo contrario, el objetivo muy claro del gobierno es el vaciamiento de lo público: Las universidades, desprenderse de todo lo que queda de los distintos niveles de educación, fijáte que también han eliminado el Fondo de Incentivo Docente para las escuelas primarias y secundarias… el Estado nacional se corre de esas responsabilidades y permite que se profundicen las diferencias. Y eso va a generar muchos disturbios en los distintos niveles de la educación en las provincias, como está pasando con la universidad, y también lo hace con la salud pública. Si logran desarmar ello, van a intentar desarmar la seguridad pública. Este gobierno viene a destruir todo en forma lenta, no hacen algo violento porque saben que tendrían mucha oposición de la gente. Vienen primero a desarticular, desfinanciar, desarmar para que esto se vaya cayendo por su propio peso con el menor ruido social posible».

Asimismo, remarca la necesidad de dejar siempre en claro que la sociedad «defiende a la educación y a la salud públicas, lo toman como una bandera, como un derecho adquirido, como una herramienta de ascenso social. El pueblo argentino sabe, por experiencia propia, que la universidad pública le puede cambiar la vida a una familia, que puede hacer que nuestros hijos e hijas tengan una mejor vida que sus padres, y eso ya está demostrado en la práctica. No necesitamos a ningún hechicero para que venga a decirnos nada. Ningún tipo que use datos falsos, como hace Milei, para tratar de demostrar lo contrario».

Los que apoyan estas ofensivas gubernamentales contra lo público en general

«Están los que, como el ex presidente (Mauricio) Macri y sus seguidores quieren hacer negocios, y en ese contexto destruyen todo lo que implique gasto público porque lo desprecian, y porque les acota su capacidad de hacer negocios y ganar dinero más rápidamente… han dicho múltiples falacias en contra del sistema universitario, todas ellas verificadas como mentiras aberrantes, falacias con objetivos maliciosos».

Acciones con tinte clasista

«Tienen un tinte clasista y ello viene desde el golpe del ´55 sus principales dirigentes dijeron que ellos claramente venían a restaurar el orden en el cual, el hijo de un barrendero tenía que ser barrendero, no podía acceder a otro tipo de calidad de vida… ellos van siempre a destruir la inversión del Estado a favor de los más necesitados», enfatizó.

Y fue un poco más a fondo: «el grupo que rodea a (Javier) Milei son fanáticos ideológicos, mienten continuamente, utilizan datos que son aberrantes y puras burradas… un presidente que se presenta como economista y lo único que hizo en su vida académica -que no tuvo- fue escribir libros que además, plagia. Es una persona que es evidente que durante su infancia y adolescencia ha tenido mucho aislamiento de la sociedad, y ahora está expresando su desprecio hacia los demás, y lo hace desde el lugar más alto de responsabilidad que puede tener un ciudadano argentino… lamentablemente».

Sintetiza Lozano que estamos siendo gobernados por alguien que «cree que todo lo que dice es es una verdad revelada, que se lo dice algún tipo de Dios, y aplica a rajatabla su creencia, sin cambiar un ápice de su objetivo inicial. Y eso lo lleva y seguirá llevando, a chocar el tren contra la sociedad argentina».

Y mientras tanto, ¿Qué hacer?

Sostiene Lozano que la tarea de la hora presente radica en «seguir sumando adhesiones al sostenimiento de la universidad pública, gratuita y de calidad. Universidades con arraigo territorial, que tienen importancia para el desarrollo local de las regiones de influencia. Nosotros, universitarios, venimos hablando con diputados para la utilización del Art. 40 de la Constitución Nacional que permite la realización de consultas populares, que se pueden transformar en leyes, a las cuales el Presidente no puede vetar. Una consulta popular sobre el presupuesto universitario puede ser una gran herramienta para mostrar el apoyo que brinda la sociedad al sistema universitario, por fuera de los partidismos políticos. De hecho, esto arrasaría con el problema político que nos ha traído esta famosa grieta para la sociedad. Nuestro proyecto es transversal, no estaría teñido por una lógica partidaria, entonces eso nos ayudaría a pensar como sociedad respecto a políticas de Estado».

El desarrollo científico nacional, en peligro

Reafirma el catedrático que en ningún lugar del mundo la ciencia depende «exclusivamente de fondos privados. Los desarrollos más importantes en ciencia han salido del sector público… es una falacia completa eso de creer que la ciencia tiene que sostenerse completamente con dinero de los privados, que es importante que exista, pero no puede ser lo único. El estado argentino se está corriendo absolutamente del financiamiento de la investigación científica y tecnológica. En muchos laboratorios del país se están frenando proyectos científicos importantísimos».

«Todavía hay un esfuerzo muy grande de los científicos argentinos para sostener sus trabajos y sus investigaciones, pero eso no puede soportar mucho tiempo. Ya estamos viendo éxodos científicos muy importantes. La UNQ por ejemplo, acaba de perder a un investigador en temas de punta en computación cuántica, que coordina un grupo internacional en esa materia… y se tuvo que ir a instalar en Francia, porque el Conicet dejó de pagarle a sus becarios, se dejaron de financiar los proyectos que estaba llevando adelante a pesar de su altísima calidad. Es una lástima que eso ya esté sucediendo, y va a ir sucediendo cada vez más. Revertirlo va a ser difícil, pero posible. De todos modos, ahora el daño ya está hecho. Se está perdiendo fuertemente el crecimiento científico en Argentina. Vamos a hacer un gran esfuerzo para revertir todo esto en el futuro, y para ello será muy importante que la sociedad se involucre cada vez más en ese rumbo, y que lo haga por vías absolutamente democráticas» concluyó.

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