Un tiempo de nubes oscuras requiere de prepararse para tormentas.
Aún cruzamos agachados el túnel al que nos obliga la respetabilidad democrática burguesa y neocapitalista, con sus jueces sancionadores de la desigualdad, la impunidad de los dueños y sus tropelías, el insulto cotidiano de sus responsables de in-seguridad y los perros subordinados.
La televisión y las redes repiten por propios y ajenos, puro ruido que tapan las quejas de jubilados sin remedios, habitantes de veredas, familias que comen menos y peor, quedan sin trabajo y salen a changuear, vende o produce nada. Hay quien espera comprar en Chile o vacacionar en Brasil por el dólar planchado. Hay quien le da tiempo al experimento.
Pronto empezará la temporada de armado de listas para administrar la deuda, la miseria y la violencia que llueve y salpica.
Nosotros llenamos las calles de disconformes para frenar algunas de las salvajadas que nos propinan. Ellos la tienen fácil: manejan con dólares las manos en alto de quienes se dejan comprar. Sin principios, conducción o compromiso con alguien concreto, parte de la colección de desconocidos que nunca dijeron para qué quieren ser votados ante una asamblea, representantes del pueblo venden el apoyo sin conciencia ni consistencia. La gendarmería argenta dejará pasar una y diez veces lo cobrado. Y sólo si hay un soplo/emboscada con plan b de palacio, lo hará otro país.
El holograma de los grupos económicos, como todo mercenario provisto, resolvió con un programa comprado sobre dos o tres consignas burdas: dolarizar, quitar impuestos y terminar con la casta. El excel se recicla desde que lo estrenó Martínez de Hoz, siguieron Menem/Cavallo, Macri/Caputo y así. De los conejos de la galera, ya sabemos que no es mago, no hay sombrero y al conejo se lo comió Conan.
El problema es, ¿Quién lo hará? ¿Qué propone nuestro espacio para solucionar insignificancias como la deuda, la religión del dólar, una oposición que prefiere el martirio, la ruina o comer pasto antes que confiarle un peso a un peronista sin miedo ni precio?
De entrada esperamos de los nuestros algo más que patear la pelota a la tribuna del “formar cuadros”, algo que lleva una vida. O generalidades del tipo educación, salud, trabajo, producción… que no dan ni para consigna. Porque no resisten las preguntas: ¿qué clase de?, ¿para quiénes? ¿Cómo? ¿Con qué recursos?
Por ejemplo, qué hacer cómo sobrevivir o cohabitar junto a los megamillonarios dueños de los negocios centrales, quienes pacientemente sembraron los tres poderes, gobiernos provinciales y municipales, servicios, redes y publicistas con trampas y minas suficientes como para hacer estallar lo que avance por mar, aire y tierra hacia los intereses de las mayorías.
Y creo que proyectar planes de vivienda masivos, producir alimentos con cooperativas entrenadas ad hoc, en los innumerables espacios verdes (en vez de negocios inmobiliarios para pocos… o barrios privados), es tan viable como reconstruir el ferrocarril, darle fuerza a las empresas del Estado o autonomizar toda oficina pública/hospital/cuartel de bomberos (por pensar en las urgencias) con energía renovable protegiéndolas de cortes de suministro, sembrar millones de árboles para cuidar suelos y ambiente (de paso alimentos y leña)… si nos organizamos, resolveremos de lo urgente a lo estructural.
O metiéndonos en honduras; ¿Pagamos o no la deuda? al menos podemos investigar rápido y con valentía quién se quedó con la que debemos… y reponer la pena de confiscación de lo robado.
Ya hemos sido protagonistas perjudicados de las numerosas confiscaciones de jubilaciones, empresas del Estado, derechos, salarios con devaluaciones, aumentos injustificados de tarifas… es hora que les toque a los culpables.
¿Cómo podemos aprovechar en nuestro beneficio entrar en el BRICS? ¿Cómo darle fuerza al Mercosur/UNASUR y las posibilidades de alianza con México, alguien que habla y hace como nos gusta.
Es momento de planificar listas o de responder, ¿para qué queremos gobernar? Internas de grupo, ajedrez de posiciones… ¿O convencer con proyectos y demostrar que son posibles y no sueños?
Quintela avanzó con empresas de alimentos, Insfrán con una reforma constitucional, Axel inaugura cada día y casi sin recursos, viviendas, centros de salud y escuelas. Es posible si hay capacidad de gestionar sin robar, mentir o esperar que otro lo haga.
¿Qué va primero? ¿Quién lo hace, o qué haremos cuando dejen todo roto y haya que hacerse cargo?