También se los encontraba con Project Kuiper, la iniciativa de Amazon para proporcionar internet rápido y asequible a comunidades de todo el mundo que hoy no cuentan con servicios tradicionales de Internet y comunicaciones. Para potenciar este proyecto, Amazon desplegará miles de satélites de órbita terrestre baja (Low Earth Orbit) conectados a una red global de antenas, fibra y puntos de conexión a Internet en tierra.

Pero, así como China revolucionó en el campo de la IA con Deepseek, en el campo de la tecnología de proveer internet por satélite, también ha comenzado a ganarse un lugar. 

SpaceSail es una empresa con sede en Shanghai, que está ampliando activamente su influencia en el mercado mundial. Ya ha firmado contratos para prestar servicios en Brasil y Kazajstán, mientras está negociando con más de 30 países. Este año planea poner unos 648 satélites en órbita baja, e irá aumentando el número hasta llegar a 15.000 en 2030. Todos estos satélites formarán la constelación Qianfan de la empresa, que representará una milla terrestre para China.

Esta constelación Qianfan o «Mil Velas» marcará el primer impulso internacional de China en el sector de la banda ancha por satélite. Aunque no se limitarán solamente a la constelación Qianfan, porque su gran plan consiste más de 43.000 satélites de órbita terrestre baja al llegar a 2035. Con más satélites en órbita, SpaceSail podrá llegar a suministrar Internet estable a zonas remotas y asoladas por la guerra.

El Gobierno chino apoya activamente las iniciativas de SpaceSail y se cree que el proyecto cuenta con financiación de Shanghai Spacecom Satellite Technology (SSST). De este modo, podría llegar a rivalizar con la red mundial Starlink.

Shanghai Spacecom Satellite Technology Ltd. (SSST), fue fundada en marzo de 2018 por Shanghai Alliance Investment Ltd.   Apunta a convertirse en un grupo internacional y comercial de la industria satelital y operador de servicios de operador de servicios de comunicación por satélite. SSST está aprovechando la tecnología de fabricación inteligente de bajo coste, altamente integrada y rápidamente iterativa para construir, desplegar y operar una constelación de satélites comerciales de banda ancha con cobertura mundial.

Anteriormente, las agencias gubernamentales de occidente habían considerado la infraestructura de telecomunicaciones de Huawei como una amenaza a la ciber-seguridad. Debido a esto, se establecieron prohibiciones en varios países. En la actualidad, reaparecen estas actitudes, gracias a investigadores y que sugieren que Beijing podría utilizar Internet por satélite para vigilar y controlar a los países que se conviertan en clientes de los servicios chinos. Además, insinúan que esto aumentaría las tensiones geopolíticas y podría causar “ansiedad” entre los Estados occidentales.

El mercado de los servicios de Internet por satélite ha logrado importantes mejoras y avances en el mundo. A su vez, el enfrentamiento entre sus proveedores ha ido escalando. Y en medio de este, SpaceSail se está convirtiendo en un serio competidor de las empresas occidentales establecidas. La evolución en este campo tecnológico no solo modifica las comunicaciones mundiales, sino que al mismo tiempo va introduciendo modificaciones en las estrategias de los países y también en sus interacciones en el ámbito global.

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